Tras varias horas de caminata para llegar a un refugio, cuántas veces nos hemos preguntado cómo se las apañarán para llevar toda la comida y las provisiones hasta ahí arriba, dada la evidencia de que mediante un vehículo de ruedas no es posible. Las especulaciones son muchas, y aunque los que han ido un poco más allá en su curiosidad ya hayan podido saciar sus dudas preguntando a los guardas, aquí va un pequeño resumen con la respuesta a esta cuestión.
Es esta una de las particularidades de los refugios de altura, ya que su ubicación en zonas remotas, a las que sólo es posible el acceso a pie, obliga a utilizar medios diferentes del camión o la furgoneta para garantizar el correcto abastecimiento del refugio, como son los helicópteros, las caballerías o la “clásica” mochila a la espalda.

Helicóptero tras depositar una carga en el Refugio de Góriz
EL HELICÓPTERO
El helicóptero es en estos momentos el medio más utilizado. Aunque su coste es elevado, tiene la gran ventaja de poder transportar bultos relativamente pesados y voluminosos en un tiempo breve: las máquinas que operan actualmente en nuestras montañas pueden volar con unos 850 kilogramos de carga, lo cual permite llevar al refugio fácilmente, además de una buena cantidad de alimentos, casi cualquier cosa que se pueda necesitar. Que nadie se sorprenda si alguna vez va por el monte y ve pasar por el aire un arcón congelador, un depósito de combustible, una caseta prefabricada o incluso una pequeña máquina excavadora en dirección a un refugio.
La carga va enganchada a una eslinga colgada del helicóptero, de manera que no necesita aterrizar para dejarla. Los pilotos, con una precisión y una suavidad asombrosas, a veces incluso en condiciones atmosféricas adversas, la posan donde se necesita; en ese momento se desengancha y velozmente se marchan a por la siguiente. Y es que aquí cada segundo cuenta, y mucho.
LAS CABALLERÍAS
Aunque en Góriz ya no las utilizamos, las caballerías (generalmente mulas) han jugado desde siempre un papel fundamental en el abastecimiento de los refugios. A paso lento pero seguro, han ayudado a transportar toda clase de víveres, enseres y materiales por los más escarpados senderos de montaña.
Su utilización como medio principal de aprovisionamiento ya se está viendo desplazada por el helicóptero, pero algunos refugios todavía las usan en ciertas ocasiones, principalmente para cargas medianas que no alcancen para organizar un vuelo —por el coste que ello supone—, y siempre que los caminos no estén cubiertos de nieve. Junto con la mochila a la espalda permite cubrir de manera eficaz necesidades puntuales de provisiones.
LA MOCHILA
El medio de transporte de mercancías más antiguo de la historia todavía sigue vigente en el siglo XXI. De hecho, uno de los sueños de todo guarda sería poder subir habitualmente a su refugio sin tener que aprovechar para llevar en la mochila diez o quince kilos de víveres, ya que siempre falta algo.
Aunque por razones “de peso” este es un método que se intenta evitar, hay muchas situaciones que pueden requerir echarse la mochila a la espalda. Si bien el peso que puede cargar una persona es menor que el de una mula —bueno, salvo ciertas excepciones en las que es difícil de diferenciar hasta el aspecto—, tiene la ventaja de que en invierno también se puede utilizar, así que en muchas ocasiones es la única manera de poder disfrutar de fruta y verdura frescas en lo más crudo del invierno pirenaico.
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